Hoy se ha montado un revuelo cuando he dicho en la oficina
que, gracias a la ciencia, los hombres no tardarán mucho en poderse quedar embarazados,
que ya está bien de que esa carga deba recaer siempre en la mujer. Acto
seguido, una compañera muy feminista me ha contestado, alterada: “Es que es la
biología”.
Eso me ha recordado el famoso autobús de la discordia, que
decía que los niños tienen pene y las niñas tienen vagina; y que si naces hombre,
te morirás siendo hombre. Pero resulta que la ciencia le ha enmendado la plana
a la biología. ¿Y con el embarazo no se puede? Pues claro que sí. Buceado en internet me encuentro este artículo (https://actualidad.rt.com/actualidad/254414-experto-fertilidad-hombres-embarazados-manana)
que explica (palabra de científicos) que no hay problema para implantar un
útero en el cuerpo masculino. Pues eso. De esta u otra forma, en el futuro no
tendrán que ser obligatoriamente las mujeres quienes traigan hijos a este
mundo.
Y esta muchacha me replicaba que ella no cambiaría por nada ese
vínculo tan especial que tiene el niño con la madre. Pues vale, a lo mejor no
somos todas iguales. Ten tú los vínculos especiales que quieras y deja que la
ciencia nos permita a las demás liberarnos de ellos si así lo decidimos.
Imaginaos una pareja donde, de común acuerdo, se pueda
decidir quién de los dos va a tener un hijo. Porque no creo que sea yo la única
a la que no le apetece pasar por esa experiencia. Hay bastantes casos en que el
hombre quiere tener hijos y la mujer no. ¿Acaso no facilitaría la cuestión el hecho
de que fuera el varón quien lo gestara? Si, además de eso, el vínculo especial se
establece entre el hijo y el padre, la mujer se sentiría mucho más liberada y
el hombre bastante más comprometido en la crianza de que lo estamos habituados
a ver. Porque, no nos engañemos, aún hoy es la mujer la que hace en mayor
esfuerzo para sacar adelante a sus vástagos en cuanto a tareas domésticas,
noches sin dormir, etc.
A día de hoy es casi una utopía y entiendo que a algunos les
chirríe, pero antes tampoco eran posibles los cambios de sexo y actualmente este
tipo de cirugías están avanzadísimas. No me gusta la palabra “imposible” y la
ciencia ya demostrado de sobra que pocas cosas son inalcanzables
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