Así las cosas, para poder escribir sobre ello con más
conocimiento de causa, he creado una cuenta en dicha red —de la que no había
oído hablar hasta ahora— y he entrado a echar un vistazo.
Me ha llamado la atención que, en cuanto entras, ya te
tienen preparada una batería de preguntas sobre tu vida y tus gustos. Es como
cualquier perfil en otra red pero basándose en un interrogatorio directo. A
continuación, me voy a la sección de hacer preguntas a otros usuarios y veo que
aparece la opción “pregunta anónimamente” marcada por defecto (se puede
desmarcar), lo cual creo que incita, en mayor o menor medida, al curioseo
malsano, es decir, a escondernos para meter la nariz en lo que no nos incumbe. Dicho
de otro modo, para qué voy a ocultar mi identidad si mi intención es hacer
preguntas corrientes.
En general me parece una red destinada a adolescentes —puesto
que no he encontrado a nadie conocido—, sin mucha sustancia e inofensiva salvo
que se le quiera dar un mal uso. También he visto que están presentes algunos
clubes de fútbol, varios restaurantes y poco más.
Dicho todo esto, sería conveniente tratar el tema del
ciberacoso. No creo que dicho fenómeno sea achacable a una sola red social, ni
siquiera tiene por qué limitarse a este tipo de páginas, ni tan solo al mundo
virtual. Una persona que es acosada en internet, a buen seguro también lo es en
su vida diaria, en su colegio o en su barrio. Y una persona acosada en Ask,
también puede serlo en Twitter, por ejemplo. En esta última red, vemos a diario
insultos y amenazas incluso de muerte a personas conocidas. No obstante, todas las medidas
que ayuden a minimizar y a localizar y sancionar a los acosadores son
bienvenidas, principalmente cuando se trata de menores de edad. Internet tiene
que poder permitir combinar la libertad y el cierto anonimato que le
caracteriza con el control de posibles hechos delictivos, lo cual no parece
sencillo a priori pero tampoco es imposible. Hace falta también que la justicia
actúe a tiempo con las medidas adecuadas cuando este tipo de hechos ocurran, antes
de que sea demasiado tarde. Pero ni tan siquiera en la vida real es así, puesto
que no es sencillo por diferentes motivos aunque, una vez más, tampoco es
imposible.
Por último, respecto a los anunciantes que retiran inmediatamente
su publicidad cuando surge algún escándalo, como ha ocurrido también recientemente
con el programa televisivo El campamento, yo me atrevería a ver en dicho
alejamiento repentino una maniobra de marketing más, aunque no dudo de su buena
intención al querer distanciar su marca de sucesos tan graves y dolorosos. No
obstante, creo que anunciantes tan potentes deberían conocer a fondo los medios
(televisiones, programas, páginas web, etc.) en los que insertan la publicidad:
sus características, trayectorias y posibles peligros (en el caso de Ask.fm no
estamos ante el primer suicidio) para no verse envueltos en este tipo de
escándalos, de los que quizá no siempre se pueda estar seguro de salir ileso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario