martes, 20 de agosto de 2013

Ask.fm: del curioseo al ciberacoso

Estos días se ha publicado la noticia del suicidio de una adolescente británica tras haber sido acosada en la red social Ask.fm. Y van cinco. Los responsables de dicha red ya han manifestado que pondrán en marcha las medidas necesarias para evitar que estas situaciones se repitan: mayor visibilidad de la opción “denunciar” con una subcategoría específica de acoso, posibilidad de bloquear usuarios, más personal destinado a moderar los comentarios, entre otras. Algunos anunciantes, como Vodafone, han retirado la publicidad de esta red e, incluso, el primer ministro inglés ha invitado a los internautas a boicotear aquellas webs que permiten el ciberacoso.

Así las cosas, para poder escribir sobre ello con más conocimiento de causa, he creado una cuenta en dicha red —de la que no había oído hablar hasta ahora— y he entrado a echar un vistazo.

Me ha llamado la atención que, en cuanto entras, ya te tienen preparada una batería de preguntas sobre tu vida y tus gustos. Es como cualquier perfil en otra red pero basándose en un interrogatorio directo. A continuación, me voy a la sección de hacer preguntas a otros usuarios y veo que aparece la opción “pregunta anónimamente” marcada por defecto (se puede desmarcar), lo cual creo que incita, en mayor o menor medida, al curioseo malsano, es decir, a escondernos para meter la nariz en lo que no nos incumbe. Dicho de otro modo, para qué voy a ocultar mi identidad si mi intención es hacer preguntas corrientes.

En general me parece una red destinada a adolescentes —puesto que no he encontrado a nadie conocido—, sin mucha sustancia e inofensiva salvo que se le quiera dar un mal uso. También he visto que están presentes algunos clubes de fútbol, varios restaurantes y poco más.

Dicho todo esto, sería conveniente tratar el tema del ciberacoso. No creo que dicho fenómeno sea achacable a una sola red social, ni siquiera tiene por qué limitarse a este tipo de páginas, ni tan solo al mundo virtual. Una persona que es acosada en internet, a buen seguro también lo es en su vida diaria, en su colegio o en su barrio. Y una persona acosada en Ask, también puede serlo en Twitter, por ejemplo. En esta última red, vemos a diario insultos y amenazas incluso de muerte a personas conocidas. No obstante, todas las medidas que ayuden a minimizar y a localizar y sancionar a los acosadores son bienvenidas, principalmente cuando se trata de menores de edad. Internet tiene que poder permitir combinar la libertad y el cierto anonimato que le caracteriza con el control de posibles hechos delictivos, lo cual no parece sencillo a priori pero tampoco es imposible. Hace falta también que la justicia actúe a tiempo con las medidas adecuadas cuando este tipo de hechos ocurran, antes de que sea demasiado tarde. Pero ni tan siquiera en la vida real es así, puesto que no es sencillo por diferentes motivos aunque, una vez más, tampoco es imposible.

Por último, respecto a los anunciantes que retiran inmediatamente su publicidad cuando surge algún escándalo, como ha ocurrido también recientemente con el programa televisivo El campamento, yo me atrevería a ver en dicho alejamiento repentino una maniobra de marketing más, aunque no dudo de su buena intención al querer distanciar su marca de sucesos tan graves y dolorosos. No obstante, creo que anunciantes tan potentes deberían conocer a fondo los medios (televisiones, programas, páginas web, etc.) en los que insertan la publicidad: sus características, trayectorias y posibles peligros (en el caso de Ask.fm no estamos ante el primer suicidio) para no verse envueltos en este tipo de escándalos, de los que quizá no siempre se pueda estar seguro de salir ileso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario